¿ Me seguirás escuchando cuando tenga 64 ?. PARTE IV



PARTE IV



Nuestro redactor musical continua por este alucinante viaje producto de su profunda investigación, sobre el grupo ingles The Beatles, que toma mucha más vigencia por la presencia en nuestro país del “beatle” Paul McCartney.



Por


Jorge Eduardo Martínez García


Redactor Musical La Moviola







El encuentro entre Bob Dylan y los Beatles fue un punto crucial no sólo para ellos sino para el rock en general: Dylan por un lado, era la voz actual del folk rock de los Estados Unidos, género que exponía injusticias en la sociedad e, incluso, redescrubría factores de la historia de Estados Unidos, legado que hiciera prevalecer Pete Seeger (quien fuera una de las máximas influencias de Dylan) más que todo durante la primera mitad del siglo XX; y los Beatles, eran la nueva voz de las juventudes alocadas, de esa nueva vertiente que se conocía (aún) como rock ‘n‘ roll. Cuando Dylan decidió reemplazar la combinación instrumental guitarra acústica-armónica por una guitarra eléctrica, el folk dejó de ser el mismo; y cuando las letras de Lennon y McCartney se empezaron a volver un poco más introspectivas y autobiográficas, el rock cambió. Ambos géneros cambiaron para siempre después de ese encuentro de ambas ideologías en 1964. Beatles for Sale fue el primer disco en evidenciar esto. La mayoría de las canciones eran de Lennon, quien fue el que más influencia directa recibió de Dylan, no sólo a la hora de hacer nuevas letras, sino también en su estilo vocal. Debido a las constantes giras por el mundo, los Beatles (bueno, Lennon y McCartney) no dispusieron de un buen lapso de tiempo para componer nuevo y buen material para el disco, así que la hazaña que habían logrado con A Hard Day’s Night de componer la integridad del contenido del disco, no se pudo repetir; en cambio, así como en sus dos primeros discos, hubo seis covers.

Para el diseño de su carátula, a cargo nuevamente de Robert Freeman, se pensó en una carátula de doble tapa en la cual, por primera vez, se dieron el lujo de no presentar el listado de las canciones en la contraportada, sino, junto a los demás créditos correspondientes, en la doble carátula interna; y además, otro detalle: sería el primer larga duración de los Beatles que no sería promovido por algún sencillo - salvo Eight Days a Week, que fue el único sencillo promocional, pero en Estados Unidos, un mes después del lanzamiento de Beatles for Sale- . Aún así, llegó al primer lugar en Inglaterra. Considero que para esta época, promover un larga duración sin un sencillo promocional correspondiente es una tarea muy difícil, y aún así los Beatles lograban vender más del millón de copias. Llegó un punto en el que entre los Beatles y los Rolling Stones se comenzaron a repartir el primer lugar en las listas del Reino Unido. Los Rolling Stones se posicionaron como la directa competencia de los Beatles, pero de alguna manera los Beatles siempre iban un paso delante de ellos en cuanto a las producciones y a la nora de hacer canciones originales; no es que ambos grupos hicieran lo mismo, pues claramente se diferencia la fuerte influencia de la música de origen negro (blues y soul) sobre los Stones más que en los Beatles. Beatles for Sale no apareció en el mercado norteamericano, y a comienzos del 1965 fue reemplazado por el Beatles VI, el cual recogía algunas canciones del Sale y además el sencillo I Feel Fine, que no había aparecido antes en algún larga duración.



Para este mismo año, los Beatles, de nuevo junto a Richard Lester, realizan su segunda película: Help! Aunque no tan exitosa como A Hard Day’s Night, recibió buenas críticas; nuevamente mostraba a los Beatles en una historia de persecución, quizás un poco más elaborada que la de A Hard Day’s Night en la medida que en Help! Starr es perseguido por un culto que, para sacrificar a una mujer, deben tener un anillo que Starr posee. En cuanto a su ‘banda sonora’ (entre comillas, porque varias de las canciones no fueron compuestas específicamente para ese propósito), publicada en agosto de 1965, nuevamente Harrison contribuyó con dos canciones, y, además de un par de covers, el resto fueron autoría de Lennon y McCartney; y por otro lado, este es el primer larga duración de los Beatles en el cual participan músicos externos a los Beatles (a pesar que George Martin desde el comienzo habría contribuido con el piano en los discos anteriores, pero por ser el productor no es válido considerarlo un músico externo). Se tratan de John Scott, quien grabó un par de flautas en ‘You’ve Got to Hide Your Love Away’, y de un cuarteto de cuerdas que fueron el grupo acompañante de McCartney en su canción ‘Yesterday’, canción que en este momento posee la distinción de ser la canción que más versiones ha tenido en la historia de la música; además es la primera canción de los Beatles en la cual sólo participa un beatle. Para el lanzamiento de la banda sonora en Estados Unidos, nuevamente se modificó el repertorio, eliminando algunas canciones de la edición original inglesa, para favorecer algunas secciones instrumentales que aparecen en la película, dándole un poco más de significado a la expresión ‘banda sonora’; la edición norteamericana también apareció bajo el sello United Artists, por ser esta compañía la que distribuyó la película, al igual que A Hard Day’s Night. Según el documental The Beatles Anthology, fue durante la grabación de esta película que Harrison descubrió su atracción hacia la música (posteriormente a la cultura) hindú, algo que sería factor común en la música de los Beatles en los próximos años.

En este disco (la edición inglesa) se evidencia la influencia de otras músicas además del folk de Dylan, como la que se muestra en ‘Yesterday’, que es básicamente una balada pop medio ‘abolerada’, acompañada por un cuarteto de cuerdas, dándole un estilo clásico, algo que se salía por completo del contexto del rock de esta década, y que por otra parte los músicos clásicos, dentro de su mentalidad un tanto ortodoxa, veían esto como algo traído de los pelos, incluso muchos de ellos negándose a participar en esta unión clásica-popular, considerándola un atropello o un insulto contra los grandes compositores de siglos anteriores, pero con el paso del tiempo sería algo a lo que se irían acostumbrando, quizás hasta cambiar de opinión al respecto.

Mientras tanto, ¿qué ocurría en ese momento en cuanto a la escena musical de los Estados Unidos?

En cuanto al rock se refiere, hubo dos vertientes muy claras que predominaron en la primera mitad de la década del 60: el folk rock y el surf rock. El primero con un sonido netamente acústico y con temas que trataban lo social y lo político - a manera de protesta – y a veces hasta lo religioso; propuestas como las de Bob Dylan y los Byrds fueron las más notorias en este período. Y el segundo, un sonido eléctrico con guitarras empapadas de efectos, acompañamientos de bajos, baterías, algunas veces órganos o pianos eléctricos se colaban en la formación, y también era bastante común oír un saxofón como la melodía principal; todos ellos se juntaban alrededor de lo que representaba la actividad de hacer surf en el mar, algunos afirmando que la guitarra intentaba imitar el sonido de las olas del mar. Solía ser más que todo surf instrumental, aunque algunos grupos incorporaron voces dentro de su formación, siendo el más claro ejemplo los Beach Boys que desde 1961 empezaron a desarrollar un estilo en el que se confabulaban armonías vocales muy elaboradas (me atrevería a decir que con cierta influencia del barroco) a 3 o 4 y hasta 5 voces, al tiempo con la línea instrumental.

Por otro lado, el soul se iba posicionando cada vez más en la escena musical de los Estados Unidos. El sello Motown ya se posicionaba en los listados de música estadounidense y al mismo tiempo se convertía en influencia para muchos grupos de rock de Inglaterra; además, en 1962 el soul ya había sobrellevado uno de sus más trágicos momentos tras el asesinato de Sam Cooke, cuya canción ‘A Change Is Gonna Come’ se convertiría no sólo en un himno de la lucha contra la segregación racial, sino que además sería adoptado como un himno anti-guerra, debido a que en esos años ya se empezaba a notar la crudeza de la guerra del Vietnam, en la cual Estados Unidos jugó un papel importante, no propiamente demostrando heroísmo, sino haciendo de esta guerra uno de los episodios más sangrientos de la historia del mundo al promover el anti-comunismo con balas, bombas y muerte de miles y miles de inocentes.



Para mediados de 1965, luego del ajetreo que representó Help! tanto en su formato audiovisual como el fonográfico, los Beatles se encontraron creando nuevo material y trabajando para lo que vendría a ser su siguiente álbum. Rubber Soul fue grabado en un tiempo casi récord de 4 meses y puesto en el mercado para la navidad de 1965. En este disco de alguna forma se repitió la hazaña lograda con A Hard Day’s Night, sólo que con una ayudita de Harrison en un par de temas, y de Starr, quien contribuyera con Lennon y McCartney en una canción, teniendo ésta el primer crédito como compositor para Starr; el resto de los temas, autoría de Lennon y McCartney.

Ya los Beatles habían dejado de ser los compositores de canciones sosas de amor y de ruegos, para ir convirtiéndose en personas con cuestionamientos y visiones más maduras sobre la vida, sobre sus propias vidas. Ya venían soportando sinsabores y agotamientos de les quedaba de sus constantes e imparables giras mundiales, y las situaciones que surgían durante sus relaciones de pareja les abría los ojos a percepciones nuevas; ya habían dejado de ser los adultos ‘post-adolescentes’ con aspiraciones a vender discos para pasar a ser personas que, como todo ser humano en el mundo, tiene necesidades, tiene problemas qué resolver, tiene que pensar en su estabilidad emocional y en su futuro, a pesar de prácticamente tenerlo todo. Finalmente todo ser humano pasa por esa etapa, sea o no sea músico, sea o no sea artista; la diferencia es que, la mayoría de las veces, el artista le saca ventaja a esas situaciones para crear.

Ringo Starr se estrenaba como padre de su hijo Zak (hoy baterista de The Who), George Harrison estaba a punto de contraer matrimonio con Patti Boyd, la relación entre Paul McCartney y Jane Asher se empezaba a deteriorar, y el uso de las drogas por parte de John Lennon causaba altibajos en su relación con Cynthia Powell y con su hijo Julian (nacido en 1963). La cosa ya no era igual que hace 4 años cuando los acogió George Martin. Letras que conformaron el Rubber Soul, como las de “I’m Looking Through You” y “You Won’t See Me”, de McCartney reflejaban justamente ese deterioro de la relación con su pareja; pero al mismo tiempo “Drive My Car”, también de McCartney (con ayuda de Lennon), era una especie de sátira acerca de un ‘pobre diablo’ que debe sobrellevar las ínfulas se súper-estrella de su pareja hasta convertirse en su ‘muchacho de servicio’ para lograr ganar su amor; mientras tanto, Lennon ejerciendo su influencia por las letras de Dylan trae a colación un tema como “Nowhere Man” que no es otra cosa que la reflexión sobre un ‘hombre de la nada’, una persona sin norte, sin aspiraciones, sin nada que lo empuje a ser alguien, para quien Lennon (quien canta la historia) funciona como su consejero. Además una canción con un toque autobiográfico como “In My Life” en la cual Lennon (a sus 25 años) recrea nostálgicamente personas, lugares y momentos que circundaron su vida en años anteriores, muestra esa nueva etapa introspectiva que los Beatles comenzaron a mostrar.

Por otro lado, esa evolución musical que se venía viendo desde Help! acá va yendo un paso más adelante. Harrison, luego de aquel interés por la música de la India durante la filmación de la película, nos vincula con el sítar, un instrumento melódico de cuerda, de origen hindú que hace su debut en el rock con la canción de Lennon “Norwegian Wood”. Starr dentro de su arsenal de percusión, además de panderetas y maracas, hace de una caja de fósforos un instrumento de percusión que se percibe en el fondo rítmico de “I’m Looking Through You”, además de involucrarse con instrumentos de teclado como el órgano. De hecho desde cierto tiempo atrás, los Beatles, específicamente Lennon y McCartney, habían extendido sus talentos instrumentales más allá de las consabidas guitarra y bajo, respectivamente: contribuían con pianos y algo de percusión, algunas veces resaltados en los créditos de los discos, para cada canción (a parte del Please Please Me, que fue prácticamente el único disco de los Beatles en especificar las funciones instrumentales básicas de cada uno). George Martin continuaba contribuyendo con el armonio y el piano, además de seguir incrementando sus ideas de producción. El único ‘músico’ ‘externo’ a los Beatles (que ni es músico, ni es externo) que participó en la grabación, fue su asistente, Mal Evans, que contribuyó con el órgano en “You Won’t See Me”.

Rubber Soul fue grabado en una consola de 4 canales, la cual permitía que hubiera canales específicamente para algún instrumento sólo, o por lo menos pre-mezclas de 2 instrumentos (a diferencia de las consolas de 2 canales en las que se utilizaba un canal para las voces y otro para los instrumentos), a la hora de realizar una mezcla sonora mucho más precisa, y además permitía la utilización de más instrumentos dentro de esas pre-mezclas. Esa evolución tecnológica iba de la mano con la evolución musical de los Beatles, y de producción de Martin, quien además comenzó a experimentar con reproducir a mayor velocidad las cintas de grabación, como se percibe en la canción “In My Life” de Lennon, en la cual lo que muchos creíamos que era un clavicémbalo, es en realidad un piano acústico reproducido al doble de la velocidad grabada. Estas posibilidades técnicas y tecnológicas serían foco de exploración, no sólo por los Beatles, sino por muchas bandas de rock de la época, en los próximos años. Hasta en el arte visual se veía esa evolución. La inusual carátula muestra una foto de los Beatles estirada y en diagonal. Este efecto se dio por accidente cuando Robert Freeman, mostrándoles las fotos de un reciente estudio dejó caer una, y visualmente se formó esa ilusión de estiramiento de la imagen. Además fue el primer disco de los Beatles en mostrar únicamente el nombre del disco en la portada, no del grupo. (No fue la primera vez que se hizo en el rock, ya que, por ejemplo, los dos primeros discos ingleses de los Rolling Stones, no muestran un solo texto en la portada, aparte del número de catálogo.)

Rubber Soul es uno de los discos más apreciados de los Beatles justamente por toda esa serie de adelantos que mostró, y que eventualmente sería un punto clave a la hora de mostrar un nuevo discurso en cuanto a las letras, la composición musical, la producción en estudio y el arte visual que los acompañaba. Lo único que les quedaba a los Beatles era superarse. Y a los demás grupos, igualarlos.



Y NO ABORDEN AÙN EL SUBMARINO AMARILLO PORQUE CONTINUARA....


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