UN MAGO RUSO QUE LLAMAN "EL BELLO SERGIO"


Por Andrés Romero Baltodano


Un tal Bakunin caminaba por las calles en 1824 pensando porque las nubes tenían que ser grises.

Todavia no lo había visitado Hegel en su cabeza, no había debatido ideas con musas impenitentes ni probablemente habría leido a Safo antes de entrar a un baño turco.


Bakunin tenía tatuada una A en su frente ( la misma que ahora vemos en algunos muros de las ciudades latinoamericanas estilizada y "elegantemente" trazada, por un chorrion de tinta que sale de un spray) su meta: la anarquía. Su sueño: la anarquía. Una sociedad que tuviera como centro el trabajo y donde no existieran poderes por encima de los hombres.


"Huyo no robo y lo pescaron"y fue a dar a Siberia. casi ochenta años despúes los francesitos y francesitas con pelo corto y patrocinadores del amor libre lo leerían con fruición, debajo de las barricadas del mayo rojo.


(Godard se escabulliría en un peluquería a imaginar "Made in Usa").


Bakunin tuvo que huir de Rusia y en 1842, se encontró en una sala con sofas amarillos que en la pared tenia una gran espejo donde él se reflejaba con George Sand, con la que trabo una delicada amistad.


Esto era en Rusia.


Y en Rusia en 1873 un niño llamado Sergei nacia en Semíonovo. Abrío los ojos y sollozo un poco por aquello de que todavia no lllegaba la nieve. Su apellido: Rajmaninov.


Sería más adelante Pianista, Compositor y director de orquesta.


Comenzó su carrera a los nueve años en San Petesburgo mientras la tierra ardía y él se preguntaba como correr por esas teclas blancas y negras sin que lo acosara el calor o las ganas de correr un arbol hasta el mar.


A la llegada de la revolución rusa (1917) va a París ( el mismo que Hemingway gritara "que era una fiesta") allí de la mano de las calles, del clima que cambiaban los surrealistas desde el cielo con una máquina patafísica que tenia los botones como copas de champagne...se dío a la tarea de seguir con su carrera que había comenzado con la composición de su primer Concierto para Piano en 1891.


Sufrio de depresión y aquella ciencia que aplicó Franz Anton Mesmer en sus famosísimas sesiones del hotel Bouillon, donde a la par de perfumes , música oriental y tinieblas cómplices praticaba lo que él mismo llamaría "magnetismo animal" ( dicen que la primera que curó justamente era una violinista en Viena)...despues James Braid lo denominaría como lo conocemos en la actualidad: hipnotismo.


Rajmaninov se curó de su depresión con hipnósis.


En 1901 dejo descolgar la luz sobre los brazos de quienes lo oían: compuso su hermoso y vital


" Concierto para piano y orquesta número 2 en do menor Opus 18"


En 1909 lo hace con el "concierto para piano número 3 en re Opus 30"


Rajmaninov tiene la virtud de ser un delfín saltarín dentro del cuerpo de quien lo escucha, su música es vital amarrada a una fuerza que viene de lejos.


Cataratas y agua negra sobre el pecho.


Fuego: como una extraña "bailarina en la oscuridad"


Su " Rapsodia sobre un tema de Paganini" es como correr por una escalera de caracol construida por Escher a ochenta kilometros por hora durante dos dias, extenuantemente bella.


Su poema sinfónico " La isla de los muertos Op. 29" hace perder el equilibrio logrado despues de cinco años de sicoanálisis, retumba en nuestro interior como un gong gigantesco.


Rajmaninov: un tren de cuerda que recorre la noche sobre nuestras fronteras...


Un compositor de la mal llamada "música clásica" que compite con los torniquetes en las venas que nos pone Tom Yorke, Nick Cave,Prince o Regina Spektor....


Los enlazamos a una página MUY completa sobre este compositor...realizada con un profundo amor por su música por un aficionado en España...


Atrevánse a escucharlo ( no piensen que es clásico) es MUSICA y la música esta hecha para que navegemos entre ella como chicuelos eufóricos en una tina llena de agua dulce.



1 comentario:

Proyectos Audiovisuales dijo...

GRACIAS POR NO DEJARME MORIR SIN ESCUCHAR RAJMANINOV...